El Chumbeque, Patrimonio de la ciudad para el mundo

En el casco antiguo de la ciudad de Iquique, específicamente en calle Ramírez esquina Zegers , se encuentra uno de los patrimonios culinarios más importantes de la ciudad de Iquique, la fábrica de masas y confites "M-Koo" dueña del tradicional chumbeque, ese calórico, dulce y pegajoso bocadillo mezcla de turrón, galleta y hojarasca, fabricado con harina, miel y limón de Pica, que se vende en láminas con envoltorios plásticos y que pueden jactarse de una larga duración antes de alcanzar una fecha de vencimiento o cambios en su calidad.
Los chumbeques iquiqueños ya llegaron a la capital chilena hace tiempo, además: hace unos diez años, más o menos, comenzó a ser vendido en los supermercados "Rossi" y en un local del Metro Los Leones. También se ofrece en los kioscos al exterior de la Estación Central en la Alameda, entre otros sitios. Hasta de Magallanes llegan los pedidos a la fábrica.
ORIGEN DEL CHUMBEQUE IQUIQUEÑO
A inicios del siglo XX, llegó al territorio chileno el ciudadano de origen cantonés Kaupolin Koo Kau. En 1920, el oriental se estableció en Tarapacá; con su nombre castellanizado al de Ernesto Koo Flores y como tenía conocimientos sobre homeopatía y medicina china, comenzó a trabajar como médico informal atendiendo trabajadores de las salitreras e instalando un oficina en Pozo Almonte, donde conoció y contrajo matrimonio con la confitera y pastelera Petronila Bustillo Sandoval, hija de un matrimonio peruano que trabajaba haciendo dulces a pedido. A
Según cuenta la tradición familiar de los Koo, coincidiendo con el inicio de la caída de la gran época salitrera el autodenominado médico y su esposa decidieron comenzar a producir un tipo de dulce basado en una antigua receta cantonesa de alfajores, aunque adaptándola con otras recetas y productos disponibles en Tarapacá, logrando un producto que definieron como una combinación de alfajores chinos con queques chilenos, razón por la que lo bautizaron chumbeque, supuestamente combinando las palabras "Chung" (vocablo chino) y queque.
Creado inicialmente así para la venta a pedido y en pequeña escala productiva, la hija de ambos y heredera del negocio, doña Ernestina Koo Bustillo, instaló un almacén en Iquique en 1952, comenzando a vender el producto en esta ciudad. Lo hizo con tanto éxito que pasó rápidamente de la pequeña producción del taller a la de una fábrica, la que pasó después a manos de los hermanos Jorge y Gilberto Koo, quienes producían y repartían por varios locales de la ciudad.
Sucedió así que en 1978, agobiado por problemas económicos y con su padre enfermo, don Arturo Mejía Koo se acercó a sus dos tíos dueños de la fábrica y les pidió un empleo como vendedor de chumbeques. Fue incorporado a la empresa pero, coincidentemente, en aquel tiempo comenzaron a bajar las ventas de la masa dulce, amenazando con poner fin a la larga tradición del negocio. Mejía Koo, entonces, echó manos a la propia dirección de la firma y comenzó a producir el chumbeque casi sin capital, valiéndose de la asistencia de sólo un panadero y un solo horno, hacia 1980, haciendo primero 500 unidades semanales, luego 1.000 y así sucesivamente.
Este segundo aire de vida para el producto fue un éxito, y alcanzó rápidamente su mejor y más conocida buena época que se ha extendido hasta ahora, con todo el crecimiento material de la empresa con su cuartel central en pleno centro comercial de Iquique.

Para quienes somos Iquiqueños y nos criamos en esta tierra bendita, recordamos con cariño pasar por el local a la salida del colegio a comprar los 100 pesos de recorte de Chumbeque. ¿qué es el recorte? Es solo el despunte, lo que queda, los bordes de las charolas gigantes cuando dimensionan el producto, ese, es el recorte, barato, rico y con todo el sabor de los chumbeques pues es eso, solo un pedazo irregular del bizcocho.